VATICANO, 08 Ene. 14 / 11:10 am (ACI/EWTN Noticias).-
En su primera catequesis que dedica al tema de los sacramentos,
el Papa Francisco explicó que el Bautismo “¡no es una formalidad!” y
precisó que no es lo mismo un niño o una persona bautizada que una que
no lo está.
En su catequesis de hoy, el Santo Padre explicó que este sacramento,
junto a la Eucaristía y la Confirmación, forman la llamada “Iniciación
cristiana”, que “constituye como un único, gran evento sacramental que
se configura al Señor y hace de nosotros un signo vivo de su presencia y
de su amor”.
“Puede nacer en nosotros una pregunta: ¿pero es de verdad necesario el
Bautismo para vivir como cristianos y seguir a Jesús? ¿No es en el fondo
un simple rito, un acto formal de la Iglesia para dar el nombre al niño o a la niña? ¿Es una pregunta que puede venir, no?”
Para eso, dice Francisco, es iluminador lo que escribe San Pablo: “¿No
saben que quienes hemos sido bautizados en Cristo Jesús hemos sido
bautizados en su muerte? Por medio del Bautismo, entonces, hemos sido
sepultados junto a Él en la muerte para que, como Cristo fue resucitado
entre los muertos por medio de la gloria del Padre, así también nosotros
podamos caminar en una vida
nueva” (Rm 6,3-4). Por lo tanto ¡no es una formalidad! Es un acto que
toca en profundidad nuestra existencia. No es lo mismo, un niño
bautizado o un niño no bautizado: no es lo mismo. No es lo mismo una
persona bautizada o una persona no bautizada”.
“Nosotros, con el Bautismo, somos sumergidos en aquella fuente
inagotable de vida que es la muerte de Jesús, el más grande acto de amor
de toda la historia; y gracias a este amor, podemos vivir una vida
nueva, no más a la merced del mal, del pecado y de la muerte, sino en la
comunión con Dios y con los hermanos”.
El Papa reiteró luego la importancia de recordar la fecha del propio
bautismo y, si no sabe, alentó a averiguarla: “hoy, en casa, busquen,
pregunten la fecha del Bautismo y así sabrán cuál ha sido el día tan
bello del Bautismo. ¿Lo harán? (responden: ¡sí! ) No siento entusiamo,
¿eh? ¿Lo harán? (gritan más fuerte: ¡sí! ) ¡Eh, sí! Porque es conocer
una fecha feliz, aquella de nuestro Bautismo. El riesgo de no saberlo es
perder la memoria de aquello que el Señor ha hecho en nosotros, la
memoria del don que hemos recibido”.
“Entonces terminamos por considerarlo sólo como un evento que ha
sucedido en el pasado – y ni siquiera por voluntad nuestra, sino de
nuestros padres – por lo tanto no tiene más ninguna incidencia en el
presente. Debemos despertar la memoria de nuestro Bautismo: despertar la
memoria del Bautismo. Estamos llamados a vivir nuestro Bautismo cada
día, como realidad actual en nuestra existencia”.
El Papa resaltó que “si logramos seguir a Jesús y a quedarnos en la
Iglesia, aún con nuestros límites, con nuestras fragilidades y nuestros
pecados, es justamente por el Sacramento en el cual nos hemos
transformado en nuevas criaturas y hemos sido revestidos de Cristo. Es
por la fuerza del Bautismo, de hecho que, liberados del pecado original,
somos injertados en la relación de Jesús con Dios Padre; que somos
portadores de una esperanza nueva, porque el Bautismo nos da esta
esperanza nueva: la esperanza de andar en la via de la salvación, toda
la vida”.
“Y a esta esperanza nada y nadie la puede apagar, porque la esperanza no
defrauda. Recuerden: es verdad esto. La esperanza del Señor no defrauda
nunca. Gracias al Bautismo somos capaces de perdonar y de amar también a
quien nos ofende y nos hace mal; logramos reconocer en los últimos y en
los pobres el rostro del Señor que nos visita y se hace cercano. Y
esto, el Bautismo, nos ayuda a reconocer en el rostro de las personas
necesitadas, en los sufrientes, también de nuestro prójimo, el rostro de
Jesús. Es gracias a esta fuerza del Bautismo”.
El Papa Francisco subrayó luego: “¡nadie puede bautizarse a sí mismo!
Nadie. Podemos pedirlo, desearlo, pero tenemos siempre necesidad de
alguien que nos confiera este Sacramento en el nombre del Señor. Porque
el Bautismo es un don que es otorgado en un contexto de solicitud y
comunión fraternal”.
Para concluir, el Santo Padre alentó a pedir “de corazón al Señor que
podamos experimentar siempre más, en la vida de cada día, esta gracia
que hemos recibido con el Bautismo. Encontrándonos, nuestros hermanos
puedan encontrar unos verdaderos hijos de Dios, verdaderos hermanos y
hermanas de Jesucristo, verdaderos miembros de la Iglesia. Y no se
olviden la tarea de hoy ¿eh?, que era: buscar, preguntar la fecha de mi
Bautismo. Y como yo sé mi fecha de nacimiento, así también debo conocer
la fecha de mi Bautismo, porque es un día de fiesta. Gracias”.
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