Enrique Peña Nieto el becerro de oro de Aaron.

Nunca en la historia moderna de un país democrático se había visto tanta desfachatez y cinismo de un candidato y de una sociedad que ha sido sometida permanentemente a los medios de comunicación, con mensajes de los más bajos niveles culturales.

El Candidato presidencial se ha visto envuelto en los más álgidos escándalos de todo tipo, dos que tuvieron que ver en el tiempo que fue gobernador del estado de México y otros ya como aspirante del Partido Revolucionario Institucional .

La muerte de su primera esposa Mónica Pretilini, se dio en un entorno extraño lleno de dudas, en donde el mismo no sabía cuales habían sido las causas, se rumoro en ese tiempo que él  tenía mucho que ver en este suceso, circula por internet una presentación en power point, allí se señalaba su narcisismo, su obsesión por la silla presidencial, resalta la virtudes de su finada esposa, pero señalaba que la señora Pretilini de Peña Nieto se encontraba sumida en una gran depresión debido a que él le era infiel.

El segundo fiasco con impacto nacional fue la extraña muerte de la niña Paulet, que curiosamente primero se dio desaparecida, y de una manera extraña e infantil apareció junto a su cama debajo de las sabanas, augurando con esto que esa muerte quedaría impune ya que el papa de Paulet es amigo personal de Peña Nieto.

Sin embargo el Estado de México refrendo la confianza a al PRI al repetir el tricolor en el gobierno con una alta diferencia entre los candidatos contrincantes.

Todo marchaba muy bien hasta que se presento en Guadalajara la Feria Internacional del Libro, allí Peña Nieto no fue capaz de decir que libros había leído y quienes era su autores, al contrario titubeo y confundió los autores y mostro su total incultura, desencadenado una serie de ataques en la redes sociales que derivaron en insultos de su hija a la sociedad llamándolos "Prole", este quizás fue el más impactante de los comentarios que dolió a los mexicanos y lo hizo tambalear de las encuestas.

Vinieron otra pifias cuando en sendas entrevistas no supo decir cuánto cuesta el kilo de tortilla y respondió de una manera irónica diciendo "no soy la señora de la casa" dando ya muestra de su misoginia, misma que posteriormente denuncio la Senadora María Elena Orantes al decir que ella no podía ser la Candidata al Gobierno de Chiapas "porque era mujer".

Pero ya como clímax del cinismo y la desfachatez es cuando salió a la luz pública que había tenido un hijo con la Señora Maritza Díaz, la cual lo acuso no solo de inmoral si no de desobligado, Peña Nieto reconoció esto y pidió disculpa a la sociedad.

Adicionalmente su cultura antidemocrática y de casi Rey de México, ha impuesto en los estados a personas amigos de él para aspirar a puesto de diputados, senadores y gobernadores, ello ha generado mucha rispidez en los militantes de su partido y entre sus aliados, al grado de que anulo una alianza que había firmado con el PANAL, partido de la Maestra Elba Esther Gordillo, que quizás no tenga mucho peso para construir, pero para destruir la Maestra tiene mucha experiencia.

Ello me lleva a pensar que los mexicanos no encontramos en una época como la de Moisés en el Éxodo. Cuando Moisés fue al monte a recibir la tablas de los diez mandamiento, se ausento por mucho tiempo, a su regreso encontró que su pueblo había construido un becerro de oro y que lo adoraban y practicaban el mal, 21"Moises dijo a Aarón ¿Qué te ha hecho este pueblo, que has traído sobre el  tan gran pecado?, 22  Y respondió Aaron; No se enoje mi señor; tú conoces al pueblo, que es inclinado al mal. 23 Porque me dijeron: Haznos dioses que vayan delante de nosotros, porque a este Moisés, el varón que nos saco de la tierra de Egipto, no sabemos que le haya acontecido. Éxodo 21-23.

Los mexicanos en el peregrinar de su desarrollo está en la disyuntiva de seguir a este becerro de oro, por que el profeta no se ve y no se sabe a dónde va. Los mexicanos recibirán el castigo de seguir adorando a un becerro de oro.